martes, 14 de febrero de 2012

¿Por qué Dios dejo que me enamorara?

Cada vez que pienso en temas para noviazgo se me vienen una gran cantidad de preguntas que en algún momento me hice cuando soltero o preguntas que recibo vía correo electrónico de tantos solteros y solteras alrededor del mundo.
Hace poco alguien me pregunto: “Enrique, ¿Por qué escribes de temas sobre noviazgo?”, entonces respondí: “Cuando era soltero, siempre tuve muchas preguntas y ningún libro sobre noviazgo pudo contestármelas, entonces un día dije que escribiría sobre lo que siempre quise saber sobre noviazgo”. Yo sé de lo importante que es para una persona soltera ser orientado en estos temas de los cuales realmente casi nunca se habla en nuestras iglesias, pero que hay una necesidad muy fuerte de saber.
Este no será mi último tema sobre noviazgo, aunque casi he escrito sobre todo, pero hay tantas cosas que me gustaría hablar y escribir, que algún día tendré que escribir un libro estrictamente sobre noviazgo. Pero el artículo de hoy nace de una pregunta que una chica me hizo vía correo electrónico, esa pregunta fue: ¿Por qué Dios dejo que me enamorara?
Al leer su carta, pude entender muy bien lo que ella me estaba queriendo explicar, porque yo en algún momento de mi vida de soltero, me hice la misma pregunta y quizá a lo mejor tú también te la has hecho, te la estás haciendo o quizá te la harás en algún momento de tu vida.
Por eso hoy quiero humildemente tratar de dar una respuesta a esa pregunta que la mayoría de los solteros se hacen en algún momento determinado. Este artículo va dedicado a todos aquellos solteros y solteras que se enamoraron de alguien que no los correspondió.
TE ENAMORASTE.
Algunas personas dicen: “Uno no escoge a la persona de quien enamorarse”, realmente esa frase es totalmente falsa, porque la verdad es que NOSOTROS SI ESCOGEMOS DE QUIEN ENAMORARNOS. ¿Acaso te impusieron de quien enamorarte?, ¿Acaso a punta de pistola te obligaron a enamorarte?, ¡No!, fueron los detalles, el tiempo, la compañía de esa persona lo que provoco que ese sentimiento especial naciera en tu vida.
Obviamente no estabas enamorado cuando la conociste o lo conociste, sino que con el transcurrir del tiempo y muchas características de esa persona cautivaron tu atención y provocaron en ti ese sentimiento de enamoramiento.
Pero también no todo es color de rosa, si bien es cierto nosotros somos los que escogemos de quien enamorarnos, no tenemos control sobre los sentimientos de la otra persona. Es decir que el hecho de que tú permitas que nazca en ti el sentimiento de enamorarse, no significa que también la otra persona sentirá lo mismo, a no ser que esa persona sea la que Dios quiere para tu vida. Entonces, allí el mismo sentimiento abarcará a las dos personas y todo será más fácil.
¿Pero qué, de aquellos que se enamoraron de alguien, y la otra persona no siente lo mismo?, Simple y sencillamente es duro darte cuenta de eso y muy difícil asimilarlo. Y es que a veces creemos que por el hecho de que nosotros sentimos “un gran amor” hacia esa persona, ella también tiene que sentir lo mismo por nosotros si o si. La verdad es que NO necesariamente, si esa persona no es para ti, aun cuando hagas lo que hagas, simplemente NO SERA PARA TI.
Ese sentimiento de rechazo o de saber que no es lo que pensabas o sentías nos lleva a sentirnos mal, a creer que no fuimos hechos para el amor, a pensar que nunca encontraremos a alguien que nos ame de la forma que queremos o a pensar locamente que si no es esa persona la que nos va a amar, entonces no queremos que nadie más lo haga.
Y es que el hecho de saber que la persona de la que estábamos enamorados no siente lo mismo, hace que sintamos de todo, es como un sentimiento indescriptible que nos hace sentir tristes, sin rumbo y destruidos sentimentalmente hablando.
Es allí en esos momentos en donde estas triste de saber que esa persona quizá no será para ti, en donde piensas de todo, lloras en soledad, te sientes mal y oras mucho a Dios pidiéndole que QUITE DE TU CORAZÓN ESE SENTIMIENTO hacia esa persona. En ese momento nos hacemos la pregunta de la cual titule este articulo.
¿Por qué Dios dejo que me enamorara?
En primer lugar Dios jamás te obligara a hacer algo que tu no quieras hacer, jamás te torcerá el brazo y te dirá lo que tienes que hacer, nunca te apuntara con un arma y obligara a enamorarte.
Eres tú, el que lo decidió, así de simple. La Biblia nos enseña que Dios nos dio una libre decisión, lo podemos ver desde el principio con Adán y Eva. Dios te dio el privilegio que decidieras todo en tu vida, eso sí, tus decisiones buenas tendrás resultados buenos y tus decisiones malas, tendrán sus resultados malos.
Tú no puedes pensar que Dios te dejo que te enamoraras, porque a lo mejor sucedieron una serie de situaciones antes para que eso no pasara, pero tus ojos estaban fijos en ese objetivo, no escuchaste consejo, no quisiste ver la realidad y estabas dormido sobre la nube del “amor” y por eso no percibiste que esa persona a lo mejor no era para ti.
Personalmente me parece equivocado el pensar que Dios te hace que te enamores de alguien para no darte a esa persona. Si fuera así, entonces Dios sería demasiado cruel, al ilusionarnos con algo que nunca será, más DIOS NO ES ASÍ. El no tiene ni una pisca de crueldad, ni mucho menos te ilusiona, la Biblia dice que cuando El promete, El cumple, El nunca te ilusionara, si sabe que no te dará algo. Eres tú, quien decide hacerte ilusiones, eres tu quien crea una historia ficticia para hacerte pensara a ti mismo que las cosas son como tu quisieras que fueran, cuando realmente las cosas no son como tu quisieras que fueran.
Dios dice en su Palabra: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). Y es que si hay alguien que conoce el corazón del hombre ese es Dios, nuestro Creador, el sabe que somos propensos a tener sentimientos engañosos. La Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”.
Lastimosamente muchos de nosotros no tenemos cuidado de guardar nuestro corazón, nos ilusionamos con tanta facilidad y tan rápidamente, que no le consultamos a Dios antes de tomar decisiones en este ámbito, cuando lo correcto sería: Consultar a Dios y esperar su respuesta.
Quizá alguien hasta este punto diga: “Yo le consulte a Dios y él me dijo que esa persona era para mí”. ¡Ojo!, tenemos que tener mucho cuidado de esto, no podemos andar diciendo: “Dios me dijo”, cuando Dios a lo mejor no ha dicho nada. Pasa que a veces los mismos sentimientos mézclados nos hacen creer que Dios nos avalo esa relación, cuando quizá la realidad sea otra.
Un dicho dice: “No todo lo que brilla es oro”, yo lo aplicaría a estas situaciones diciendo: “No todo lo que sientes es real”. Y digo esto, porque hazte una pregunta: ¿Cuántas veces has sentido lo mismo por alguien?, quizá sea varias ocasiones o para algunos sea la primera de varias. Y es que nosotros somos seres sentimentales, necesitamos aprecio, necesitamos sentirnos amados, queridos, respetados y todo ello muchas veces no hacen una mala jugada. Nuestros sentimientos de no ponerlos en las manos de Dios, pueden llevarnos a fracasos tras fracasos.
Hay una cosa que tienes que tener bien claro y es: DIOS no te obligo a que te enamoraras, porque lo que Dios provoca siempre es perfecto porque proviene de Él y nada que provenga de Él puede ser imperfecto.
¿Cómo hacer para lo que siento desaparezca?
No quiero engañarte, no te voy a decir que ores y que mañana ya no sentirás nada, porque a lo mejor no será así o quizá Dios le plazca hacer algo poderoso en tu vida y provoque de un día para otro ya no sientas nada por esa persona. Pero por lo general las cosas no son así y eso tienes que entenderlo. Así como para enamorarte fue un proceso de varios días, de varios detalles y de situaciones que te llevaron a sentir todo eso, así también para dejar de sentir todo eso requiere de un proceso que no será fácil, pero que eres capaz de sobrevivirlo.
Tienes que tener claro que será un proceso a mediano o largo plazo, pero que al final tu corazón quedara curado por completo y estará listo para ser visitado en su tiempo.
En ese proceso tienes que respetar varias cosas, entre ellas:
• Busca de Dios diariamente, lo primero y lo mas importante en todo esto es la comunión que tienes que tener con el Señor, lee la Biblia, reflexiona en ella, habla con Dios en oración, congrégate y si tienes algún talento sírvele al Señor en alguna área, todo ello te ayudara a estar fortalecido espiritualmente en todo este proceso.
• No le llames por teléfono.
• No envíes ningún mensaje de texto, ni siquiera para saber cómo esta o saludar a esa persona, porque tú muy bien sabes que eso puede provocar comentarios que te confundirán más y el proceso se alargara.
• Cuidado con tus comentarios en Facebook, Twitter, MSN u otras redes sociales, no des entrada a cosas que te confundan y te hagan más largo y doloroso este proceso.
• Si te lo encuentras por la calle, salúdalo nada más y no des lugar a conversaciones largar, ni mucho menos a conversaciones de recuerdos. Porque tú muy bien sabes que los sentimientos se alborotan cuando te encuentras con alguien por el cual sentiste algo en algún momento y recordar esos momentos hacen que tus sentimientos se alboroten y las dudas vuelvan y entonces el proceso se hará más largo.
• Distrae tu mente, sale con tus amigas o amigos, practica un deporte, haz algo, no te quedes solo mucho tiempo porque darás lugar a que pensamientos sobre eso te ataquen todo el día. Entre más utilizas tu tiempo libre para realizar diversas actividades será mejor.
NO TODO ESTA PERDIDO.
Hay algo importante en todo esto y es el hecho de entender que el hecho que no hayas sido correspondida o correspondido como querías, no significa que es todo para ti en el amor y que jamás te enamoraras de nuevo.
Un error no significa que todo está acabado. Tú fuiste creado por Dios y El sabe que no es bueno que este solo, por eso te creó una ayuda idónea, un complemento perfecto para ti y el cual existe en algún lugar, solo que aun no ha llegado el tiempo en que se muestre como tal a tu vida.
A veces el verdadero amor está más cerca de lo que pensamos, pero nuestra vista es limitada y vemos lo que queremos ver, cuando quizá no nos estamos dando cuenta lo hermoso que es Dios poniéndonos personas que realmente te amaran tal y como eres, que te respetaran, que te apoyaran y que serán para ti tu complemento perfecto.
Princesa de Dios, tu naciste para ser conquistada por un Príncipe de Dios, esa persona que será de parte de Dios y que te hará sonreír porque te darás cuenta que es tu complemento perfecto. No llores mas, no creas que tu oportunidad se te fue, ni que Dios te quito esto o lo otro, al contrario, Dios tiene planes más perfectos de los que tu tenias para ti misma. Los de El son hermosos y no tienen probabilidad de error, porque todo lo hace en su tiempo, el cual es perfecto.
Hoy te invito a que te levantes y comprendas que lo que viene será mejor de lo que un día pensaste, porque así es Dios, porque así lo ha planeado para tu vida, porque su objetivo es verte feliz porque eres la niña de sus ojos y porque te ha amado con amor eterno, ¡Vamos! No llores más, porque lo que pronto recibirás será uno de los mejores regalos que Dios te ha otorgado.
¡Dios no se ha olvidado de ti!


Fuente:Revista Impacto Evangelistico.

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