lunes, 20 de febrero de 2012

EL DOLOR CAUSA ANGUSTIA




Y después te pones a pensar. Luego que ha pasado el dolor, luego que la tormenta ha dejado heridos y muertos, uno se pone a pensar. Cosa rara, porque cuando no hay nada de eso, ni nos preocupamos de pensar. Pero cuando llega el dolor, quita esa pesada y oscura venda para permitirnos... pensar.
Y en ese pensar te das cuenta de lo chico que eres. Que hace un tiempo atrás no veías salida, y ahora vez que ese aparente encierro no era más que la vitamina que necesitaba tu vida. Sí, ahora piensas. Y piensas en eso y en muchas cosas más.
Eso es lo que pasa cuando el dolor pasó. Cuando el dolor dolió tanto que ya no puede doler más. Es entonces cuando te das cuenta que la vida sigue. Y que las cosas más simples (las más grandiosas) siguen gritándote con fuerza "¡Vive!". Abres los ojos y puedes ver que hay gente que te quiere y se atreve a llamarse tu amigo(a). Que hay gente llamada familia que está ahí (aunque eso depende del tipo de familia...).
Tantas cosas que las que te das cuenta. Todo por el simple ejercicio de pensar. Todo gracias a esa venda que te fue quitada. Y quizás lo más importante para ti ahora no es fijarte en lo que siempre estuvo ahí, sino en lo nuevo, en lo que ese dolor, esa tormenta dejó...
¿Qué podrá dejar el dolor? ¿Podrá algo bueno dejar? ¿Podrá una tormenta con olor a muerte terminar siendo vital para tu vida?
No puedo generalizar... eso es cierto. Pero de lo poco que conozco puedo decirlo: sí, las huellas que deja el dolor son buenas... y ahora que lo ves de lejos y de arriba, puedes ver que hasta se ven hermosas. Y es porque esas huellas del dolor cambiaron algo en ti, esas gotas de lluvia llamadas lágrimas hicieron un milagro en ti. Como diría un amigo: "lo que no te mata, te hace más fuerte".
Sí... y el dolor no mata. No, si tienes la posibilidad de levantarte y mirarlo como algo pasado. Es entonces cuando te das cuenta que ya no eres el mismo. Que creciste, te fortaleciste, aprendiste y hasta sin darte cuenta, viviste.
Por eso y por mucho más, no dejes de dudar en vivir la vida, aún en el dolor, sabiendo que es Dios quien puede cuidar tu vida, si tú le dejas. Y cuando mires del otro lado de la lluvia, cuando el arcoiris se refleje en tus ojos, entonces sabrás... "Dios estuvo ahí, y estuvo para hacer un milagro, un milagro de vida en medio de un valle de muerte".

Ánimo, el dolor no es tan malo. Lo sabrás cuando te pongas a pensar, como hoy lo hago yo.
¿Por qué te abates, OH alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío Salmo 41
Y levantémonos, y subamos a Betel; y allí haré un altar a Dios, quien me respondió en el día de mi angustia, y que ha estado conmigo en el camino por donde he andado. Génesis 35:3
Si tu te acercas a El, El te promete Librarte.
Pero vosotros habéis rechazado hoy a vuestro Dios, que os libra de todas vuestras calamidades y vuestras angustias, y habéis dicho: "No, sino pon un rey sobre nosotros." Ahora pues, presentaos delante del SEÑOR por vuestras tribus y por vuestras familias. 1 Samuel 10:19
Y tú podrás decir como David dijo:
En medio de mi angustia invoqué al SEÑOR; el SEÑOR me respondió y me puso en un lugar espacioso. Salmo 118:15





Fuente:Revista Impacto Evangelistico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario